La Terapia de Interacción Recíproca es un enfoque terapéutico desarrollado por el psicólogo estadounidense Theodore W. Herbster. Se basa en la idea de que los problemas psicológicos y emocionales a menudo son el resultado de patrones disfuncionales de interacción social y emocional.

La terapia de interacción recíproca se centra en mejorar la forma en que las personas se relacionan entre sí, y en particular, en aumentar la cantidad y calidad de interacciones positivas. Esto puede incluir enseñar habilidades de comunicación, promover la expresión emocional y mejorar la empatía y la comprensión de los demás.

La TIR se ha utilizado en el tratamiento de una variedad de trastornos psicológicos, incluyendo trastornos del espectro autista, trastornos de ansiedad y trastornos de conducta. El enfoque terapéutico también ha demostrado ser efectivo en la mejora de las relaciones interpersonales y la reducción del estrés en personas sin trastornos psicológicos específicos.

La terapia de interacción recíproca es un enfoque altamente estructurado y sistemático, que a menudo se lleva a cabo en sesiones individuales o en grupo. El objetivo final de la terapia es mejorar la calidad de vida de los pacientes a través de una mejor interacción social y emocional.